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Un paradigma integrador de la Salud Humana.

Desde una mirada al rol que ha tenido la Mujer en el núcleo familiar durante siglos, reconocemos en gran parte la razón de sus padecimientos más comunes en la actualidad. La mujer ama de casa (madre, hija, hermana, abuela), la que nutre, cocina, ordena, limpia, abraza, consuela, cría, educa, sana, acompaña, gesta y da a luz, entre otras dedicaciones y detalles, dispensa gran parte de su energía en cada uno de los aspectos que sostienen la integridad de la familia, por lo tanto, en la lógica más simple y visible, podemos considerar que una mujer sana tendrá clara administración de su generosidad innata puesta en la salud integral de su familia y recíprocamente estará en paz si su orden familiar es sustentado armónicamente. En estos tiempos modernos, en que las mujeres desempeñan nuevos roles en la sociedad, el orden de la familia está colapsado, desnutrido, desordenado en tiempos y espacios, transgredido por dinámicas violentas e invasivas de la intimidad y la salud emocional. Ella misma ha perdido su lugar y conexión originaria como pilar dual en el equilibrio natural del desarrollo humano.

¿Desde qué mirada podríamos hoy en día rescatar las cualidades femeninas y poder maternal expresado en la vida a través de la Mujer para que se siga realizando el orden en la naturaleza humana? Es importante una visión integral de estas cualidades de la mujer para reconocer en ellas la medicina que necesita la humanidad en su conjunto y la mujer en su unidad. 

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